AMBIENTE
Y ESTILOS DE DESARROLLO
Para nadie es desconocido
que Venezuela es un país muy heterogéneo,
en cuanto a biodiversidad se refiere, cuenta con ecosistemas únicos como
llanos, montañas, tepúes, entre otros, y todo esto lo hace una nación
extremadamente rica en diversidad de flora y de fauna, teniendo innumerables
especies de plantas, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Por ello se
puede afirmar que contamos con un sorprendente potencial para desarrollarnos de
manera sustentable, pero con una contradictoria incapacidad de generar riquezas
dado su estilo de desarrollo, por lo que es necesario impulsar la organización
social que promueva la atención de sus propias necesidades sin degradar su
entorno y así mejorar la crítica situación ambiental de la nación.
Algo muy común en nuestro país, es el estilo de
desarrollo marcado con el inapropiado tratamiento y disposición final de los
residuos sólidos domésticos, particularmente por parte de los entes regidores
de las zonas urbanas. La contaminación atmosférica debido al poco mantenimiento
de los vehículos particulares y de transporte público es otro problema q día a día
se agrava debido a la ineficiente supervisión de las autoridades municipales y
regionales, y con lo cual la población, si se puede decir de esta manera, se
“acostumbro” a vivir. La quema y venteo de gases excedentes de la industria
petrolera, la contaminación de los cuerpos de agua como consecuencia de la
falta de tratamiento de aguas residuales de origen doméstico e industrial, con
la consecuente degradación de las áreas naturales, como es el caso de la red
hidrográfica del municipio Guanipa, estado Anzoátegui, caso particular el rio
tigre, son también una problemática bien marcada en la población, ya que es una
contaminación a todos los niveles de la cadena trófica. Advirtiéndose que, para detener y/o revertir este
proceso de destrucción y degradación de ecosistemas es necesario introducir
cambios drásticos y profundos, que aún no se están produciendo, en el estilo de
vida de la sociedad actual. En los últimos años los seres humanos se
han percatado aun más de las malas prácticas ecológicas de la humanidad, tanto
en el pasado como en la actualidad, quedando claro que el ambiente esta en una
constante modificación, positiva o negativa, bien sea de manera natural o por
la acción del hombre. Por lo que ha sido de gran importancia que todos
conozcamos y apreciemos los principios de este importante aspecto de la
biología, llamado ecología, para así poder formar una opinión inteligente sobre
estos temas de contaminación y de eliminación de desechos, entre muchos otros
que también conducen deterioros sobre la humanidad, sobre la civilización y
sobre el mundo en su conjunto.
Sin embargo esta
problemática ecológica vivida o más bien padecida actualmente, no se resuelve
sencillamente con la acumulación de conocimientos científicos, con el
desarrollo de técnicas, con profesionales en el área, ni con leyes de
protección ambiental. Ya que todo esto solo actúa desde afuera, pretendiendo de
alguna manera poner freno a la acción destructiva del hombre. La solución esencial
de este problema implica y urge una acción desde adentro, es decir, desde las
motivaciones y actitudes fundamentales de cada ser humano, mediante la
conciencia hacia estos problemas y la aceptación de sus propias
responsabilidades. En otras palabras, lo que esta en juego son iniciativas
éticas y no meramente técnicas o legales.
En este sentido, debemos
romper con los paradigmas anti ambientalistas que rigen nuestro actual estilo
de desarrollo, teniendo entonces como objetivos principales la mejora de la
calidad de vida de los pobladores, pero garantizando a la vez, la preservación
de la integridad de los ecosistemas, maximizando su resilencia frente a las
diferentes perturbaciones pudiendo así mantener su estabilidad, todo esto, a
través de un manejo adaptativo del medio que tenga como consideración
fundamental la prevención, protección y recuperación de la calidad del
ambiente, promoviendo su conservación y el aprovechamiento sostenible de los
recursos naturales presentes en la zona, de una manera adecuada y responsable, con
el debido respeto de los derechos fundamentales de cada individuo. Para lo cual
es necesario tener en cuenta el escaso conocimiento que tiene la población
sobre las estructuras y funcionamiento de los ecosistemas de la región. Y por
ende comenzar a trabajar desde ahí.
REALIZADO POR: ING. CARLYS MENDOZA.
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