EFECTOS
Y POSIBLES SOLUCIONES SOBRE LA SOBREPOBLACIÓN DEL PLANETA
Existe un amplio consenso en torno al hecho de que estamos
viviendo una crisis global. Pero, ¿de qué crisis se está hablando?
Evidentemente, no nos encontramos ante una crisis sólo financiera, ni ante una
más de las crisis cíclicas que han caracterizado históricamente a la economía
capitalista. Se trata de una crisis sistémica, no coyuntural, cuya novedad
"radica en la pluralidad de
dimensiones que la conforman; emergencias globales mayores que devienen
críticas precisamente por su origen común y convergencia". Una crisis
que es simultáneamente ambiental, energética, alimentaria, migratoria, bélica,
y económica. No se trataría así, de un nuevo ciclo recesivo del capitalismo,
sino de un "quiebre histórico".
En este quiebre histórico el asunto fundamental que está en juego
no es si el capitalismo podrá o no recuperarse (lo más probable es que lo hará
en alguna medida), sino la interrogante mucho más crucial de que si la vida
humana en el planeta podrá sobrevivir al capitalismo y su modelo de
crecimiento/destrucción sin fin. Se trata de una profunda crisis civilizatoria;
el patrón del desarrollo y el progreso ha encontrado su límite. A pesar de que
una elevada proporción de la población no tiene acceso a las condiciones
básicas de la vida, la humanidad ya ha sobrepasado los límites de la capacidad
de carga de la Tierra. Sin un freno a corto plazo de este patrón de crecimiento
desbordado y una reorientación hacia el decrecimiento, la armonía con el resto
de la vida y una radical redistribución del acceso a los bienes comunes del
planeta, no estaría garantizada la continuidad de la vida humana a mediano
plazo.
El continuo y rápido crecimiento de nuestras ciudades, provoca un
empeoramiento del entorno, una disminución en la calidad de vida, o un desplome
de la población. El colectivo aumenta constantemente, vivimos en un mundo en
donde contamos con recursos escasos para satisfacer las necesidades básicas y
deseos ilimitados de la sociedad. El descontrolado crecimiento es imparable ya
que trae el miedo a la insuficiencia de recursos.
En los países subdesarrollados la situación del crecimiento
demográfico es muy fuerte e incluso está en aumento; en varios de estos países
la natalidad aún se mantiene alta y las tasas de crecimiento superan la
demografía del entorno. El crecimiento demográfico es la principal razón del
aumento de las necesidades alimentarias e intensifica la presión sobre los
recursos naturales. Los países con un rápido crecimiento poblacional se enfrentan
a dificultades especiales para garantizar la seguridad alimentaria.
Un país sobrepoblado contribuye al agotamiento de los recursos, a
la lluvia ácida, al calentamiento global, conlleva a una progresiva
impermeabilización del suelo que altera gravemente el ciclo hidrológico del
agua, aumenta la crisis de los residuos por cada especie humana que integra el
planeta, etc. Los ecosistemas terrestres están siendo usados por la humanidad
cada año para satisfacer sus necesidades; comer, obtener combustibles fósiles,
madera, papel, para producir energía en función de la explotación del crudo de
petróleo y la minería, etc.; dichas actividades los solo emiten enormes
cantidades de CO2 a la atmosfera lo que hoy en día tiene
repercusiones en la calidad de vida de muchas personas, aunque se debería tener
en cuenta que ni la mitad de la población tiene un modo de vida consumista lo
que hace prever que si esta forma de desarrollo insostenible se traslada a
países emergentes, las condiciones del planeta serán deplorables.
La estabilización de la población es un paso fundamental para
detener la destrucción de los recursos naturales y garantizar la satisfacción
de las necesidades básicas de todas las personas. El crecimiento urbano
proyectado de la población, indica que los servicios urbanos enfrentarán
grandes desafíos en las décadas venideras para resolver las necesidades de crecimiento
rápido. Desafortunadamente, la población mundial continúa incrementándose a
marchas forzadas y en las regiones con menor capacidad para garantizar la
salud, la estabilidad y la prosperidad colectiva.
El control de la población como medio de protección al medio
ambiente es una tarea de enormes proporciones para minimizar el proceso de consumismo agresivo de los países
capitalistas depredadores. Sin embargo, hay medidas que se pueden adoptar para
ayudar a las generaciones futuras. El control de natalidad es una forma de
mantener bajo control la creciente población de la Tierra. Usar los alimentos y
la energía de manera más eficiente y gestionar las grandes ciudades de manera
más eficiente también puede ayudar al conjunto. La gente debe estar instruida
sobre este tema. Si más personas aprenden acerca de la superpoblación y sus
efectos sobre el medio ambiente, más cosas se podrán hacer.
"La superpoblación no es la densidad de personas, es el
número relativo a la explotación de los recursos; terminar con la
superpoblación no resolverá los problemas de racismo, intolerancia religiosa,
guerra o disparidad económica. Pero si no resuelves la superpoblación, no
podrás resolver jamás ninguno de los problemas anteriores."
AUTOR: Ing.
Devera Isrrael
C.I.: 17.591.928
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