Control ambiental en el
consumo de los recursos naturales
Existen
un sin número de consecuencias significativas si no se tiene un control de las
políticas ambientales. En nuestro país (Venezuela) cuanta con demasiados
ejemplos significativos, como lo son: la deforestación, erosión desertificación,
salinización, mal manejo de tierras altamente productivas, contaminación
urbana, deterioro de la calidad del agua, exceso de residuos sólidos y
líquidos, destrucción de la biodiversidad, deterioro de cuencas hidrográficas,
deterioro de recursos costeros y deterioro del patrimonio natural y cultural de
las áreas urbanas. Si no existen políticas para la gestión de los recursos
naturales y ambiéntales, será muy difícil mitigar las externalidades. La
carencia de los controles ambientales es uno de los mayores problemas, entonces
formularlas es una de las tareas mas importantes que deben realizarse en esta
década.
A
medida que se desarrolla el sector industrial se ha observado el aumentó de la
sensibilidad ambiental, y es este hecho el que genera
reacciones en cadena, es decir, cuando un agente explota un recurso, siempre
habrá otros que seguirán su ejemplo, generándose así una carrera por capturar
la renta potencial disponible de ese recurso.
El impacto ambiental producido por la
industria de la Construcción a la luz de la Revolución Industrial constituye la
deuda ambiental aún pendiente que han de afrontar las sociedades industrializadas
con vistas a este nuevo milenio; lo cierto es que la Revolución Industrial
supone un gran cambio en las técnicas empleadas en la producción de los
materiales de construcción, dado que hasta entonces, los materiales son
naturales, propios de la biosfera, procedentes del entorno inmediato y de
fabricación simple. Actualmente la demanda de este tipo de material es muy
elevada, lo que implica el agotamiento de los recursos naturales de manera
acelerada y el aumento de las emisiones
contaminantes derivadas de estas industrias. No
obstante, el reto a superar por la industria de la Construcción, en cualquiera
de sus tipologías, sigue siendo fundamentalmente el empleo de materiales de
construcción de bajo impacto ambiental, dado que son estos los que más
repercuten sobre el medio natural, sin descartar otros impactos relacionados
con el consumo de energía o los residuos.
Si bien es cierto que el procesado de
materias primas y la fabricación de los materiales generan un alto coste
energético y ambiental, no es menos cierto que la experiencia ha puesto de
relieve que no resulta fácil cambiar el actual sistema de construcción y la
utilización irracional de los recursos naturales, donde las prioridades de
reciclaje, reutilización y recuperación de materiales, brillan por su ausencia
frente a la tendencia tradicional de la extracción de materias naturales. Por
ello, se hace necesario reconsiderar esta preocupante situación de crisis
ambiental, buscando la utilización racional de materiales que cumplan sus funciones
sin menoscabo del ambiente.
Un ejemplo claro es el impacto producido
por las canteras y graveras en el paisaje, su modificación topográfica, pérdida
de suelo, así como la contaminación atmosférica y acústica, exigen un estudio muy
complejo de sus efectos a fin de adoptar las medidas correctivas que tiendan a
eliminar o minimizar los efectos negativos producidos.
La fase de producción o fabricación de los materiales de
construcción representa igualmente otra etapa de su ciclo de vida con
abundantes repercusiones al ambiente. Lo cierto es que en el proceso de
producción o fabricación de los materiales de construcción, los problemas
ambientales derivan de dos factores: de la gran cantidad de materiales
pulverulentos que se emplean y del gran consumo de energía necesario para
alcanzar el producto adecuado. Los efectos ambientales de los procesos de
fabricación de materiales se traducen, pues, en emisiones a la atmósfera de
CO2, polvo en suspensión, ruidos y vibraciones, vertidos líquidos al agua,
residuos y el exceso de consumo energético.
La regulación y los objetivos del
sistema gestión y auditoría ambientales deben de emplearse constantemente, ya
que los mismos permiten promover mejoras continuas de los resultados
ambientales de la organización.
En la actualidad el estado debe
incentivar al sector de la construcción a utilizar materiales con el menor
impacto ambiental, para su empleo en la Edificación, e incorporar criterios de
sostenibilidad ambiental, como alta eficiencia energética, durabilidad, recuperabilidad,
recursos renovables, empleo de tecnología limpia y valorización de residuos. Si
bien no existe una metodología aceptada universalmente que cuantifique los
múltiples y variados criterios existentes, cabe la posibilidad del empleo de
otra metodología como la del Análisis del Ciclo de Vida de los materiales.
Cierto es que esta metodología es costosa, pero constituye la herramienta más
fidedigna para evaluar las cargas ambientales asociadas a un producto o
actividad. Por ello, resulta necesaria la colaboración entre las
Administraciones y el sector de la industria de la Construcción en aras a
elaborar un Inventario de Ciclo de Vida, y con ello se podría de alguna manera
controlar el uso irracional de nuestros recursos naturales.
AUTOR: José Aguana
C.I.: 19.009.088
El análisis del ciclo de vida de los materiales como alternativa para una mejora en los hábitos de explotación de los recursos a través de la reducción de la producción de dicho material ya que su tiempo de vida es aun mas prolongado, es una buena alternativa, pero es importante incluir un análisis complejo donde interactue ambiente,economía,política y sociedad, para que haya un equilibrio en el sistema de la producción del producto,este debe poseer durabilidad, ser útil, pero que sea rentable-mente lucrativo para que su producción no se vea comprometida.
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