CONTROLES
AMBIENTALES EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS
El incremento del consumo, generado por la industrialización
y agudizado por la sociedad de consumo, ha ocasionado que la especie humana
establezca prioritariamente la cadena económica sobre la cadena trófica y los ciclos
naturales de la materia. El ser humano en una falsa impresión de libertad está
siendo presa de un consumismo deliberado que lo está llevando, de no tomarse
las acciones correctivas pertinentes y oportunas, a su extinción.
El impacto que genera un producto sobre
el ambiente se inicia con la extracción y utilización de los recursos
naturales. El agua es un recurso ampliamente empleado en los procesos
industriales y que, debido a su bajo costo, es despilfarrado y usado de manera
irracional. Por ende, juega un papel muy importante la aplicación de medidas
que conlleven a disminuir su consumo y
hacer uso eficiente del recurso, tales como mejoras en los procesos que
involucren el establecimiento de plantas
de tratamiento para efluentes industriales a fin de reciclarla y reutilizarla
en otros procesos productivos.
De
igual forma, se observa en el sector industrial un derroche de energía
eléctrica como práctica habitual. Por lo que se requiere minimizar el uso
energético durante sus procesos productivos realizando mantenimientos oportunos
a las maquinarias, calibrando los equipos, operando únicamente aquellos que
sean necesarios para la producción. Lo anterior, generaría beneficios al
ambiente además de representar un claro ahorro económico para la empresa.
Otro
problema asociado al sector industrial es la generación indiscriminada de residuos
y desechos sólidos, los cuales son manejados de manera inapropiada. Una medida para
solucionar esta problemática es mejorar los procesos de tal manera que se logre
incorporar los residuos nuevamente al ciclo productivo. También se puede
transformar un residuo en un subproducto aprovechable para otra empresa,
obteniendo de esta manera dividendos por la venta de los mismos y disminuyendo
el consumo de materia prima.
En
este orden de ideas, deben implantarse estrictos controles para la recuperación
de los desechos, de tal manera que las empresas productoras y comercializadoras
sean responsables de los desechos que ellos están introduciendo al ambiente una
vez que el producto culmina su ciclo de vida.
En este punto del análisis conviene
preguntarse si realmente estas medidas son suficientes para solucionar la
problemáticas actual, la respuesta es
muy sencilla: no, no son suficientes, es necesario enfocar los procesos
productivos en el marco del desarrollo sostenible.
Resulta imprescindible un proceso de transformación, en el
cual la utilización de los recursos, la orientación de las inversiones, la
canalización del desarrollo tecnológico y los cambios institucionales
sean factores que contribuyan al mejoramiento del potencial económico para
atender las necesidades humanas presentes y futuras en estrecha concordancia
con el ambiente.
En este sentido, cobra importancia el desarrollo de productos
cuya visión involucre todo su ciclo de vida, productos que consideren las
variables ambientales en todas sus etapas: diseño, producción,
comercialización, utilización y eliminación. Esta es la clave para reducir de
manera integral los impactos ambientales generados por el sector productivo.
Así, en miras hacia un desarrollo sostenible, las líneas
básicas de diseño de productos deben estar en función a una selección de
materiales estandarizados y menos impactantes, reducción de componentes, fácil
identificación de sus componentes para facilitar su posterior reciclaje, reutilización
total o parcial al final de su ciclo de vida. Se requiere la elaboración de productos
pensados para cubrir las necesidades
reales del consumidor promoviendo de esta manera el uso de menor cantidad de
materia prima.
Para ello, se debe hacer uso de la tecnología, cuyos avances
estén en función de la promoción de la conservación y la eficiencia de los
recursos. Aunado a esto, se requiere que la sociedad en conjunto sea partícipe
y se comprometa con el desarrollo sostenible.
Autor: Ing. Katherine A. Godoy L.
C.I.: 17.590.551
El control ambiental en su sentido más amplio (evaluación, seguimiento y control), es uno de los pilares de la administración de los recursos naturales o de manera más explícita uno de los instrumentos más importantes para una verdadera gestión ambiental sostenible. Los entes autónomos gubernamentales y/o regionales son las entidades responsables de la administración del medio ambiente y los recursos naturales, dentro de un área de jurisdicción, propendiendo del desarrollo sostenible.
ResponderEliminarEs importante considerar, para llevar a cabo las propuestas planteadas, estudiar ante todo al hombre actual, sus necesidades y visión, así como la percepción que tiene como ser humano sobre la naturaleza. La tecnología, el calentamiento global, los avances en diversas materias han afectado considerablemente la conducta del hombre, es necesario presentar al hombre actual, como gerentes ambientales, planes que vayan en conformidad con sus necesidades y al mismo tiempo con la condición actual del ambiente.
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