Estilos de Desarrollo

Lograr un estilo de desarrollo propio no es tarea sencilla, ya que en ello intervienen una innumerable cantidad de variables como: la política, la educación, el ambiente, los factores sociales, los factores étnicos, entre otros, alinear u orientar todas estas variables hacia un mismo objetivo, es realmente complejo.

Sólo la discusión y el análisis de la interacción de estas variables, y manteniendo como eje transversal el ambiente se podrá visualizar un verdadero estilo propio de desarrollo.

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VINCULACIÓN DE LA PLANIFICACIÓN AMBIENTAL CON EL DESARROLLO NACIONAL (ensayo 2)


VINCULACIÓN DE LA PLANIFICACIÓN AMBIENTAL CON
EL DESARROLLO NACIONAL

En la planificación la variable ambiental es tan simple que debiera ser considerada como la primera limitante en un proyecto, y sin embargo es la última o no existe directamente.  Planificar significa de alguna manera limitar, y limitar a su vez, significa coartar y guiar. Si no planificamos difícilmente se alcancen los objetivos planteados. Una planificación sobre la cual se apoye una determinada política, debe ser acompañada por un marco coherente de regulación, de normas, de ordenanzas, que guíen los pasos hacia ese determinado objetivo.
No es posible entender como se planifica el crecimiento de las ciudades sin una organización y análisis real de los espacios a ocupar.  Por ello, vemos a diario una población creciente a los alrededores de plantas industriales, al borde de quebradas o ríos, o al margen de las diversas urbes, lo que trae grandes consecuencias de índole social y sobretodo ambiental, por lo que se debe dar mayor cabida a la planificación ambiental, desde un marco multidisciplinario, ya que  no se tiene otra opción, pues la ausencia de planificación es la realidad de muchas sociedades actuales. Ya es tiempo de buscar enmendar o bien detener o reducir en lo posible, los problemas ambientales que se viven hoy en día, no solo basta con adaptarnos a ellos. La tala y quema de pulmones vegetales, la quema de basura y residuos tóxicos, los derrames de petróleo en importantes redes hidrográficas, los incendios de pozos petroleros, las miles de hectáreas sobreutilizadas y contaminadas por una agricultura poco amigable ambientalmente, son solo algunas de las consecuencias que sufre el ambiente hoy en día, a causa de las acciones del ser humano, consecuencias estas, que pudiesen evitarse, si existiera: una conciencia humana mas ambientalista, planes y proyectos de desarrollo ambiental, políticas y gestiones por parte del Estado, con su debida fiscalización y sancionamiento. Siendo las actividades de vigilancia y control, las que permiten inducir más directamente a la ciudadanía al cumplimiento de la normativa ambiental. Si tanto la sociedad como el Estado, empezaran a preocuparse un poco más por el entorno, se cumpliría con una de las bases de la preservación del ambiente: Pensar globalmente, actuar localmente.
En Venezuela se requieren planes de ordenación y de manejo a diferentes niveles, entre ellos, planes por recursos naturales, y en áreas donde se ubiquen actividades mineras o de hidrocarburos de importancia, se elaboren y cumplan planes que aseguren la conservación del ambiente, por ejemplo el Plan de Ordenamiento de la Faja Petrolífera del Orinoco y el Plan de Ordenamiento de la Mesa de Guanipa y su área de influencia, que aunque existen, hacen falta reglas, normas y sanciones que hagan aun mas útiles y eficaces tales planes, con el fiel  propósito de evitar que las nuevas actividades degraden el ambiente y las actividades agrícolas tradicionales. Si bien es cierto que en la región nor-oriental del país han ido concentrándose gigantescas inversiones petroleras internacionales, que duplicarán la producción nacional de hidrocarburos en los próximos años, abriendo así importantísimas perspectivas para el crecimiento económico, también es cierta la considerable amenaza en contra de los ambientes influenciados por tal actividad; la migración de la población rural hacia estos puntos de trabajo y/o centros urbanos, el abandono del campo y propiamente de la actividad agrícola, acarreará problemas sociales y económicos, repercutiendo a su vez en la calidad del ambiente. Por ello la planificación ambiental no debe ser un instrumento específico de la política ambiental, sino un mecanismo propio de la política económica y especialmente de la política de desarrollo del país, y en cuanto a las estrategias de desarrollo local, deben basarse fundamentalmente en la sostenibilidad ambiental, económica y social de la región.


Autor: Carlys Mendoza. C.I: 17263204

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