INTERRELACIÓN
DE LA DIMENSIÓN AMBIENTAL CON LA LABOR PROYECTISTA 2
Las ondas electromagnéticas son radiaciones emitidas por las
vibraciones de los electrones que constituyen la materia. Se propagan en una
dirección determinada (de un campo eléctrico y un campo magnético
perpendiculares entre sí) y en concordancia de fase, además se desplazan a la
velocidad de la luz. Dada la proliferación incontrolada de fuentes de
contaminación electromagnética (líneas de transporte eléctrico,
transformadores, aparatos eléctricos-incluso electrodomésticos-, emisoras de
radio y televisión, equipos de radar, y otras instalaciones generadoras de
potentes campos electromagnéticos) a nuestro alrededor, son múltiples los
científicos de renombre internacional que han mostrado su interés por el tema,
advirtiendo del creciente riesgo a que las personas se encuentran sometidos; en
estas investigaciones se pueden destacar los siguientes efectos producidos:
cefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, depresión, ansiedad,
leucemia infantil, cáncer, enfermedad de Alzheimer, alergias, abortos, malformaciones
congénitas, etc. Dicho de otra manera, la contaminación electromagnética, es un
factor de riesgo invisible, que actúa sobre las personas sin que se perciba, y
causa efectos sobre la salud. Los límites de exposición no han sido aún
suficientemente aclarados, aún cuando existen algunos umbrales de exposición
máxima por año para algunos casos. Un aspecto polémico refiere a los efectos
nocivos que producen las emisiones de radiación electromagnética, y entre estos
el caso más relevante es el relacionado con la probabilidad de aparición de
cáncer. En relación a este último punto, se menciona uno en particular
presentado en El Tigre-Anzoátegui, específicamente en el sector llamado popularmente como VEA,
en la cual aun cuando el colegio de ingenieros expuso, que por normativas
legales, de seguridad y urbana (EIA) no se debía colocar torres de alta
tensión, ya que por esa zona existían residentes, los cuales se verían
afectadas por la instalación de esta obra. Producto de ello se mencionan los
efectos producidos en el ambiente tales como el deterioro del suelo y la
contaminación por la radiación no-ionizante. Por la parte urbanística esto
rompe con toda normativa legal y por el tipo de infraestructura la cual no es
el uso común al ser ubicada en este tipo de ambiente, por seguridad se
relaciona el peligro que trae por si solo el manejo de este tipo de fluido
eléctrico ya que podría ocasionar grandes daños en todo el entorno en el que
realiza su recorrido, se puede decir entonces que las radiaciones electromagnéticas
se pueden presentar en nuestro entorno como contaminantes. Las radiaciones
ionizantes alteran de alguna forma la fisiología celular provocando su muerte o
alguna alteración en el mejor de los casos de su secuencia genética. Sobre las radiaciones no ionizantes aun no
hay estudios concluyentes que puedan descifrar claramente hasta donde llega la
incidencia negativa de estas, aun así hay datos que permiten estar al tanto de
las investigaciones.
Se debe exigir a las
empresas prestatarias del servicio
eléctrico en este caso CORPOELEC que revisen los transformadores de media
tensión instalados en zonas urbanas, a fin de que garanticen el mínimo de
radiación electromagnética, o su traslado cuando no se garantice estos mínimos,
además de exigir estudios detallados de impacto ambiental ante cualquier
propuesta de instalación que pueda suponer un riesgo de irradiación
electromagnética para los ciudadanos. Explicar a la población cómo se evalúan y
gestionan los riesgos relacionados con la electropolución, dada la gran
ansiedad que despierta en la población este tema, y desarrollar campañas
formativas en relación con la contaminación electromagnética. Exigir que las
instalaciones eléctricas en las viviendas de nueva construcción dispongan de
las medidas idóneas que garanticen una mínima irradiación, entre otras.
Autor: Perales Oneysi;
C.I: 16.573.131
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