CALIDAD
DE VIDA Y DESARROLLO
La
calidad de vida no es solo el producto de los aspectos observables de la vida
de cada individuo, sino que también influye la forma en que cada persona
percibe esas condiciones y la evaluación que haga de las mismas.
La
valoración que le pueda dar la población a muchos de los bienes o servicios con
que cuentan para su satisfacción, difiere considerablemente de la valoración
que le da el mercado, es por eso, que al evaluar la calidad de vida de una
población debiese considerarse no solo los indicadores establecidos
mundialmente . Un nivel de vida, de ingreso o de consumo más alto, no implica
necesariamente un mayor nivel del bienestar individual, o bien, una mejor
calidad de vida. En relación a esto, es importante destacar que existen países
que aun teniendo bajos ingresos per cápita, sus habitantes se declaran
satisfechos con su calidad de vida, mientras por otro lado se tienen países que
poseen un alto Índice de Desarrollo Humano, y sus habitantes se encuentran
inmersos en un sin numero de problemáticas sociales, ambientales, políticas y/o
económicas. Presentándose entonces, situaciones contradictorias, como es el
caso de Venezuela, que figura en América Latina con opiniones muy buenas para
las condiciones reales de desarrollo humano que posee, y casos como Trinidad y
Tobago donde no reconocen suficientemente sus propios logros.
En
la actualidad tenemos un mundo con diversos grados de calidad de vida, influenciadas
por los diferentes tipos, niveles y estilos de desarrollo propios de cada
región. Un ejemplo claro de cómo el desarrollo de un país repercute
directamente en la calidad de vida de sus habitantes, se observa en la
transformación sufrida desde el inicio de la explotación petrolera hasta
entonces, en el caso propio de Venezuela, haciendo un poco de historia,
encontramos un país que vivía prácticamente de la agricultura, sin servicios
básicos, una población aislada, alto grado de analfabetismo; y que dado el
inicio de esta importante actividad económica comienza un proceso de
considerables y acelerados cambios.
Las
transformaciones que se han producido, aunque valiosas y enormemente positivas
en muchos sentidos, son objetadas por muchas críticas, dada las consecuencias
de esta actividad. Teniéndose como principales problemas la contaminación
descontrolada de muchos recursos naturales renovables sin sanción alguna, la
sobrepoblación de los centros urbanos dada la migración del sector rural hacia
estos, lo que condujo en muchas regiones, al colapso de servicios básicos, entre
otros muchos problemas, que fueron marcando nuestra actual calidad de vida.
Sin
embargo, estos son males consustanciales al cambio y al crecimiento, problemas
hasta cierto punto inevitable que constituyen el costo que hay que pagar por
innovar y modificar las antiguas formas de hacer y de pensar. Es lógico que la
gente los critique, y que a diario se queje y se preocupe de ellos, pero de
estas quejas y observaciones, bien pueden encontrarse soluciones, e ir
produciendo los correctivos necesarios, sociales, económicos y ambientales, a
través de planes, proyectos, estrategias o políticas que favorezcan la
adaptación y a su vez mejore la calidad de vida de la población.
Autor: Carlys
Mendoza. C.I: 17.263.204
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