Interacción
de especies introducidas e invasoras con el ser humano
La flora y la fauna
representan gran parte del planeta, el valor que tienen es incalculable; las
interacciones que llevan a cabo han sido objeto de numerosos estudios, que
llevan al conocimiento de nuevas especies. Interactúan entre sí creando efectos
en sus comunes, uno de ellos es el producido por la alimentación, las especies
se alimentan unas de otras, manteniendo así el ciclo natural de la vida.
Existen especies en el mundo aún sin descubrir, he allí que desconocemos mucho
de lo que nos rodea.
Internacionalmente
existen especies de todo tipo que han afectado el equilibrio de ciertos
ecosistemas, un ecosistema se rige por la comunidad que llevan a cabo las
especies o los que interactúan en el mismo, manteniendo una armonía, las
especies invasoras y las introducidas que por decirlo simplificadamente, aunque
sabemos que nada es simple o nunca nada puede ser totalmente simplificado, que
no pertenecen a ese ecosistema generan efectos que modifican el avance natural,
el desarrollo del ambiente o de la vida que llevan a cabo.
Las
especies invasoras amenazan la diversidad biológica en todas partes, un ejemplo
sería: “La Culebra arbórea café, especie
nativa en Australia, Indonesia, Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón, debió
llegar como autopista a Guam por medio de un avión militar a finales de la
década de los 40 o principios de los 50. La ausencia de depredadores naturales
y la amplia disponibilidad de presas permitieron que su población se disparara.
Durante la década de los 70 se encontraba por toda la isla había causado
ingentes daños económicos y ecológicos.”1
La inclusión de una
especie que no pertenece a un entorno predeterminado es casi inevitable, de
manera que, sobretodo en los países subdesarrollados, no se tiene un estricto
control de la fauna o flora que es incluida en los ecosistemas. Existen casos
en los que las especies son traídas por turistas, y allí actúan los organismos
que protegen el ambiente de posibles alteraciones ocasionadas por esta nueva
especie, verificando las situaciones y los responsables. El individuo en estos
casos es imprudente y está quebrantando la ley, pero esto parece no generar
ningún temor en los humanos que han incurrido en este hecho muchas veces. La inclusión
e invasión de especies genera cambios de todo tipo, social, económico,
cultural, geográfico, ocasionando problemas ambientales con los cuales debe
lidiar los entes gubernamentales para solucionarlos y el ciudadano en la
comunidad para padecerlos.
Estudios han marcado
a muchas especies como plaga, porque necesariamente deben suprimir todo a su
paso para poder sobrevivir -o no se hablaría de ello en esos términos- y de la
amenaza que representa, siendo la segunda causa de destrucción de hábitat, en
ocasiones las especies invasivas son devorados por depredadores que protegen o
mantienen su ecosistema y acaban con la especie foránea. Si es una plaga, es una amenaza, por lo que debe desaparecer, ésta acaba con
parte de especies y el ente encargado de suprimir la plaga. Las especies
invasoras pueden ser consideradas desde un punto en el que pudieran salvarse,
ser devueltas a su hábitat natural, evitando así su exterminio, pero son plagas.
Los entes encargados
y el gobierno ejecutan acciones para contrarrestar el efecto de las plagas,
éstas originan pérdidas millonarias, en agricultura y ganadería, causan enfermedades
a seres humanos, lo que trae como consecuencia un aumento en el gasto de salud
pública. En estos casos deben ser aplicadas las medidas necesarias, el hombre
intenta siempre facilitar las situaciones, destruye a la plaga y soluciona el
problema, considerando la vida de estas especies y el espacio que ocupan en la
Tierra, se ejecutan acciones en las que sea posible el traslado hasta su
hábitat natural. La introducción de especies son descuidos, no se tomaron las
precauciones y las revisiones a tiempo para evitar la invasión de especies
amenazantes a la sociedad. Resulta imposible en ocasiones devolver
las especies a su hábitat natural, en mucho casos es lo que se busca y al mismo
tiempo son menos gastos, sería lo ideal en lugar de desaparecerlas. Cuando
estos mecanismos no funcionan es necesario aplicar medidas químicas, biológicas
o físicas.
Se puede asociar las
especies invasoras (conocidas también como depredadoras) con el ser humano que
llegó a invadir el área natural de las mismas, y las desplazó, en muchos de los
casos, acabando con ellas e instaló un nuevo régimen de comportamiento de ese
ecosistema. La especie humana puede compararse a una especie invasiva, desde
milenios ha arrasado y eliminado, extinguido otras especies para garantizar su persistencia.
Ha estado acostumbrado a simplificar todas las tareas que realiza, tomando
en consideración principalmente su bienestar, y es allí cuando pasa por encima
de especies, invasoras-depredadoras, o en algunos casos de especies
introducidas que colaboran con el ecosistema al que se incluyen.
En Venezuela, en el
Parque Nacional el Ávila se encuentran diferentes especies introducidas e invasoras
que han generado diferentes impactos, un impacto positivo por ejemplo, según estudios:
“El capín melao ocupa extensas
proporciones de las sabanas del Parque Nacional el Ávila. Es una hierba perenne originaria de África que se
propaga en forma de estera. Distinguida por su follaje oloroso y pegajoso, fue ampliamente introducida en países
tropicales como forraje para la cría de animales donde pronto se naturalizo. Se
cree que el olor fresco de Melinus minutiflora repele insectos y serpientes. Ha
sido utilizada como especie pionera en la plantación de suelos pobres y
neutraliza otras malezas que puedan aparecer. Es considerada una maleza en
muchas partes del mundo incluyendo Hawai, Brasil, Venezuela y Colombia. Melinis
minutiflora puede haber contribuido a la desaparición de especies nativas en diversas regiones”.2
Para desagraviar las amenazas
de especies invasivas, es necesario continuar y crear nuevos foros en todos los
municipios, jornadas donde se puedan establecer medidas comunitarias, porque el
principal afectado en estos casos es el humano aun cuando es el principal
generador de casi todos los problemas, en las comunidades se pueden formar
agentes que ayuden a frenar la propagación de estas especies, que en un principio
se desconocerían y se tendría que identificar su origen para así llevar a cabo
medidas para su control o permanencia. En los casos de una especie extranjera que
pueda traer efectos favorecedores al nuevo hábitat al que se ha incluido, se
debe continuar un estudio para llevar un control de evolución.
Considerar desde un
punto de vista la interacción de especies no es tan simple, existen
contradicciones, la especie invasora acaba con las especies del lugar, muchas
veces las especies introducidas ayudan en el ecosistema. La toma de decisiones
es trascendente, ejecutar la acción de eliminar la especie amenazante (plaga)
acarrea consecuencias, una especie ha sido arrasada pero se ha protegido o
alargado la vida de otra. Entra en juego el valor que tiene cada especie o el
valor que le otorga el ser humano, tener
en consideración la vida de estas especies invasoras, evaluarlas como un ser
que forma parte del planeta y tiene un espacio que debe ser respetado resulta en
una complicación. Nada es tan simple como parece.
AUTOR: Angelly Tabata
V-19939095
1. Lowe S., Borwne M., Boudjelas S., De Poorter M.
(2004) 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Una
selección de Global Invasive Species Database. Publicado por el Grupo
Especialista de Especies Invasoras (GEEI). Un grupo especialista de la Comisión
de Supervivencia de Especies (CSE) de la Unión Mundial para la Naturaleza
(UICN).
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