El Pez León: Una especie depredadora y peligrosa para el
ecosistema, pero que se
introduce en la gastronomía venezolana.
El pez león (Pterois volitans, P.
miles) es un representante de la familia Scorpaenidae, característico de las
aguas de los océanos Índico y Pacífico. Esta especie se ha introducido de forma
accidental en el Atlántico, se manejan
varias hipótesis sobre su aparición relacionadas con el escape de seis
ejemplares de un acuario de Florida, en Estados Unidos, debido a las descargas
de aguas de lastre una técnica muy conocida de la navegación marítima, que si
no es manejada adecuadamente, puede transferir variadas larvas de especies marinas
de un continente a otro; propagándose por las aguas del Mar Caribe hasta llegar
a Venezuela siendo está la nación más vulnerable, realmente convirtiéndose en
una peste, ya que representa una seria amenaza para la fauna local de peces e
invertebrados sobre de los cuales se alimenta y un riesgo para el equilibrio de
los ecosistemas marinos de la región.
Desde julio del 2010 hasta julio
de este año se han realizado 426 avistamientos del pez león en 195 localidades
de la costa continental e islas de la región occidental, central y oriental de
Venezuela, desde la Península de Paraguaná (estado Falcón) hasta la isla de
Margarita.
El 19 de septiembre del año 2010 un grupo de biólogos lograron
capturar e identificar el primer ejemplar en aguas del Parque Nacional Mochima,
a seis metros de profundidad del parche arrecifal del Islote Morro Pelota,
frente a la playa Puinare, lugar donde se ha visualizado esta especie marina.
El pez león fue apresado durante el desarrollo de un proyecto
científico liderado por los profesores Baumar Marín y María Josefina Hernández;
Sus características físicas son hermosas y asombrosas, pues está
cubierto de peligrosas y vistosas espinas, las cuales algunas de ellas poseen
veneno, en cuanto a sus
dimensiones, posee una longitud total de 7,5 cm, altura corporal de 2 cm,
proyecciones de la aleta dorsal de 2 cm y 10,5 cm de las aletas pélvicas. Se
encuentra preservado en el Laboratorio de Ictioplancton del Instituto
Oceanográfico de Venezuela.
También entre sus características se destacan, nadar lentamente y por
lo general en solitario, el Pterois volitans (Pez León) contando
con un un apetito inapetente y
mecanismos de adaptabilidad altamente eficientes. Sus entornos naturales son
los que le permite hacer vida en los arrecifes, litorales rocosos, manglares,
praderas de hierbas marinas, playas y estructuras artificiales como muelles,
puertos, embarcaciones hundidas, etc.
Una explicación de la rapidez del crecimiento del pez león se
debe principalmente a su capacidad de reproducción. La hembra puede aovar hasta
30 mil huevos tres veces cada mes, estos al ser fecundados, son arrastrados y
dispersados por las corrientes marinas a un ritmo vertiginoso.
Uno de los principales aspectos que lo convierte en una terrible
amenaza para los ecosistemas marinos de Venezuela, es que se trata de un pez devorador,
consumiendo principalmente peces juveniles de especies de importancia económica
y de valor ecológico igualmente invertebrados
como pulpos, camarones y langostas.
Las especies originarias de las costas venezolanas, no ven al pez león
como una amenaza, ya que es prácticamente nuevo en el ecosistema marino de la
región. El mismo, muestra una conducta al asecho, camuflándose muy bien en el
entorno, gracias a su tono colorido llamativo y a la forma del cuerpo. Su
comportamiento y forma similar al de un alga a la deriva, así mismo utiliza sus
aletas pectorales que asemejan abanicos, para acorralar a sus presas. Asimismo presenta unas pequeñas
glándulas de veneno asociadas a la base de cada una de las espinas de sus
aletas dorsales, anales y pélvicas. Esto aumenta
su potencial nocivo, representando un gran impacto para las especies autóctonas
de la zona, tanto las de importancia comercial, como las de importancia
ecológica.
La eliminación de los herbívoros en los arrecifes
coralinos por parte del pez león causará un crecimiento desproporcionado de
algas y la muerte de los corales y otros invertebrados, produciendo un gran desequilibrio
en estos ecosistemas que se encuentran entre los más ricos y diversos del
planeta.
La invasión de esta especie nos trae otro problema que repercute directamente sobre la salud pública
de los usuarios de nuestras costas. La manipulación inadecuada del pez
encuentros fortuitos o algún tipo de contacto, a través de un pinchazo, le genera
a la persona un dolor intenso e inflamación en la zona de contacto. Si bien no
hay evidencia directa que vincule la mordedura del pez león con casos de
mortalidad, la situación debe tratarse como una emergencia médica para evitar
complicaciones de mayores consecuencias.
Debido a la gran preocupación que nos
han hecho saber varios sectores de la población, como buzos deportivos,
pescadores artesanales, deportivos y bañistas, se
radico una campaña de alerta y educativa acerca de esta especie en la costa
venezolanas que dio inicio en agosto del año 2010 concluyendo en el año 2012,
sin embargo, su esfuerzo no tuvo eco y recién ahora los medios de comunicación
locales han reportado la amenaza de esta especie.
La competencia
de “Pesca y Cocina al Pez León” es la mano del hombre por el bien de la
naturaleza, o en palabras de los especialistas en peces, es una iniciativa para
poder minimizar el impacto de este depredador sobre las especies del
ecosistema.
Esta consiste en promocionar su pesca y
consumo como especie comercial, convirtiendola en una pieza gastronómica
considerable. A pesar que el pez león es un depredador, su carne es de
excelente calidad, para nosotros esta sería una solución y así reducir el
impacto de esta especie. Citando las palabras de Arturo Acero (Universidad
Nacional de Colombia): “si encontramos que el pez león es afrodisíaco, esta
especie tiene sus días contados en nuestras costas”.
Asimismo una solución vial seria explotar
esta especie como pez ornamental. Esta opción es posible, de hecho ya
pescadores de peces ornamentales lo están haciendo, al menos en algunas
localidades el litoral central del país (estados Vargas y Aragua). Aunque al
principio sería beneficioso, ya que los ejemplares, en su mayoría juveniles,
son los comercializados como ornamentales y evitaría que adultos de pez león
consumieran a los juveniles de las especies nativas, nuestra posición es
desalentar totalmente este tipo de pesca y comercio como pez ornamental.
El pez león es un majestuoso pez, un viajero sin pasaporte, un invasor
que llegó para quedarse. Ahora debemos aprender a manejar y vivir con este
problema. Sin duda, ya se están dando los primeros pasos, pero hay que seguir
trabajando, aún queda mucho camino por recorrer.
Debemos recordar que...
”Somos parte de la naturaleza, no sus
dueños"
AUTOR: Ing. Castillo Argelis
C.I.: 18.679.078
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