LA INCLUSIÓN DE ESPECIES EN UN
DETERMINADO ENTORNO: La Introducción de la Rana Toro (Lithobates catesbeianus) amenaza
la biodiversidad del Estado Andino en Venezuela
De acuerdo a Navarro Sanabria, Eduardo A.; Quiroga, Lorena B.;
Acosta, Juan C. (2005). La Introducción de Rana catesbeianus Shaw (rana toro),
en ambientes pre-cordilleranos de la provincia de San Juan, Argentina Multequina, pp. 67-70, “existen organismos que no están ocupando
todos sus hábitats potenciales y si son trasladados a otros hábitats pueden
sobrevivir, reproducirse y diseminarse. La introducción de nuevas especies en
hábitats extraños ya sea por accidente o deliberadamente ha tenido
consecuencias devastadoras, por lo que estas introducciones son desaconsejadas
por los ecólogos”.
En Venezuela estas consecuencias han sido demostradas con especies
exóticas como la Rana Toro (Lithobates catesbeianus) una de las especies
invasoras más agresivas debido a su amplia capacidad de dispersión, de
competencia y por sus hábitos alimenticios voraces; proveniente del este de
América del Norte, desde el norte de la florida al sur de Ontario (Canadá).
Sin embargo, debido a su comercialización a escala internacional
ha sido introducida en otros países como Suramérica como especie promisoria en
la producción de proteína animal, con proyecciones económicas atractivas y en
otras específicamente Venezuela se presume que fue ilícitamente para el consumo
humano; donde ha establecido poblaciones silvestres. Esta especie invasora ha
sido reportada en diez de los 13 países de Suramérica continental (Colombia,
Ecuador, Venezuela, Perú, Chile, Guyana, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay).
Urbina-Cardona, J. Nicolás; Nori, Javier; Castro, Fernando. (2011), pp. 23-34. Áreas vulnerables a la invasión actual y
futura de la rana toro (Lithobates catesbeianus: Ranidae) en Colombia:
estrategias propuestas para su manejo y control. Biota Colombiana,
Julio-Diciembre.
En Venezuela se reportó por
primera vez en él 2001 en los sectores de Jají, Miraflores, Palo Negro y La
Cuchilla del Municipio Campo Elías y La Carbonera del Municipio Andrés Bello en
el estado Mérida (Bioregión: los Andes). Se encuentra en libertad, tanto en
agrosistemas como en ecosistemas terrestres naturales, incluyendo los linderos
del Parque Nacional Uzcategui Antonio Burguera (Sierra de La Culata). Existen
evidencias de que la rana toro está afectando al menos a una rana endémica de
los Andes Venezolanos: la ranita merideña (Dendropsophus meridensis) ya que no tiene depredadores naturales, compite por refugio y
espacio, desplaza a la fauna local y genera impactos potencialmente
irreversibles sobre la biodiversidad nativa, la Resolución Ministerial Nº 64
(de fecha 15/07/2002) declara animal perjudicial a los individuos de la especie
L. catesbeianus introducidos ilegal e ilegítimamente al territorio nacional e
indica medidas para su control. También, existen leyes y normas que dictan
lineamientos generales para el control y manejo de especies exóticas, como es
el caso de la Ley de Gestión de la Diversidad Biológica (Presidencia de la
República Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial 39.070 de fecha 01/12/2008),
las Normas para Regular la Introducción y Propagación de especies Exóticas de
la Flora y Fauna Silvestres y Acuáticas (Decreto Nº 2.223 de la Presidencia de
la República de fecha 23/04/1992) y la Estrategia Nacional para la Conservación
de la Diversidad Biológica (Ministerio del Poder Popular para el Ambiente,
2010).
Uno de los principales peligros de la especie foránea, es un hongo
que es hospedero de un patógeno específico de anfibios llamado
Batrachiochytrium dendrobatidis. Este hongo es benigno en la rana pero es responsable
de la Chytridiomycosis, enfermedad epidérmica que puede ser mortal para los
anfibios y que ha reducido enormemente la población de estos. Los expertos y el Ministerio del Ambiente venezolano, ya
estudian como comenzar el proceso de control y de erradicación de la Rana Toro
en: La región andina de Jají, el Municipio Campo Elías, el Estado Mérida y en
la laguna artificial en el Complejo Recreacional “Los Cínaros”.
Cabe señalar, que además de ser un gran depredador, la Rana Toro
ha causado el contagio de Chytridiomycosis a varias especies que incluso se
encuentran en peligro de desaparecer por lo tanto se le ha asignado la causa de la declinación de estas especies por
este motivo se debe controlar y erradicar del ecosistema. Los métodos que han estado
empleando para su extinción son: la pesca con redes, La contención implica el
cercado de las lagunas de mayores dimensiones con mallas que evitan la salida
de esta espacie, el uso de rifles de aire, la captura manual con salabardos y
arpones. Asimismo, con un sistema de trampas a las cuales se les añade cal,
resultando efectivo para su eliminación.
La irreversibilidad de algunos procesos y ciclos de la naturaleza,
el uso desmedido de los recursos naturales y la intervención directa de la
biodiversidad; basada en una relación descontrolada del hombre por el
crecimiento del Producto Interno Bruto de un país (PIB) hacen que
constantemente el ecosistema cambie negativamente y no se le dé el uso óptimo y
sostenible que debiera ocurrir; no podemos contar con el hecho de que los
ecosistemas pueden salvarse con inversiones capitales y mucho menos con la
aplicación de tecnologías que solo sirven de paliativos, una vez introducido un
agente invasor o extraño al medio circundante y este no lo reconozca se altera la
biomasa o hábitat natural que componen ese ambiente.
El ser humano debe tener conocimiento, primordialmente sobre el
ambiente en el cual habita, segundo sobre todo lo que puede efectuar cambios
irremediables a su composición básica produciendo efectos sobre los ecosistemas
y por consiguiente, sobre nuestra vida; debemos entrar en conciencia y darnos
cuenta de que somos parte del ecosistema del estado en el que vivimos, aunque
nuestro egocentrismo nos haga pensar que estamos a salvo de cualquier problema
ecológico. Como ya ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia, ésta
situación no hubiera sucedido nunca de no ser por la intervención humana. Más
que un grito de alerta, la naturaleza nos está exigiendo que seamos más cuidadosos
porque, de lo contrario, podemos terminar haciéndonos daño a nosotros mismos.
"La inserción de especies exóticas invasoras es la segunda
causa de pérdida de biodiversidad". Escrito con bases y antecedentes está,
el canto de las especies macho que se asemeja al bramido de un toro, de allí el
nombre común que se le ha dado a la especie. Pues alcemos también nuestro grito
de toro con fuerza para cuidar y preservar nuestro planeta y no nos convirtamos
en salvajes anfibios depredadores ya que el mismo es uno solo y es capaz y
sabio al momento de integrar cada especie sin alterar su curso, no seamos entonces
nosotros sin su aprobación el causante
de su paulatina declinación y destrucción; Denuncia y exige a las autoridades
que protejan a las especies (mascotas, plantas ornamentales) que se comercian
ilegalmente y se insertan en un ecosistema, que detengan el deterioro de
nuestras áreas protegidas.
Las especies exóticas invasoras ponen en grave riesgo al medio
ambiente y a la salud de los hombres, constituyen una amenaza para la
diversidad biológica por su comportamiento invasor, o por el riesgo de
contaminación genética.
AUTOR: Ing.
Devera Isrrael
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