¿Cuál es el límite que debe tocar el ser humano en busca
de la satisfacción de sus necesidades?
Esta parece
más bien una pregunta mordaz pues esa raya que supone una frontera entre el
bienestar verdadero del ser humano y la satisfacción de las necesidades cueste
lo que cueste y perjudíquese sin importar las consecuencias fue traspasada hace
años.
Tenemos
un planeta que grita a voces y que nos pide un cese de las innumerables
prácticas que lo ponen en riesgo, este mismo planeta que ha sido generoso y nos
ha acogido en su seno para que gocemos de sus recursos de una manera
respetuosa. Sin embargo el mundo gira alrededor de sus intereses, el bienestar
y la conveniencia de las grandes naciones del mundo.
En el
2050 se calcula que seamos 10.000 millones de personas, lo que representa grandes
desafíos para el mundo en vista de satisfacer sus necesidades sociales,
económicas y ambientales. Este aumento considerable de la población mundial
pone al descubierto un sin fin de problemas con los que ya estamos lidiando en
el presente y que representan una gran preocupación en el futuro inmediato.
La
falta de alimentos, escasez de agua potable, abuso de los recursos naturales,
el manejo inadecuado de los residuos, la deforestación, la contaminación de
ríos y mares, son unos de los problemas que se acentúan debido a la mala
planificación y al uso irresponsable de los recursos que nos ofrece el planeta.
Venezuela
que es un país cuya economía y principal medio de producción se rige por
la explotación petrolera, no siempre fue un país petrolero. En su época
agropecuaria (1830-1926) producía diferentes tipos de productos como el café,
la caña de azúcar, el cacao, el algodón, el arroz entre otros. Así como una producción
animal significativa que lo calificaba como un país eminentemente rural, siendo
el factor más importante la actividad de la tierra y su explotación.
Fue en
el siglo XX la apertura de la explotación petrolera, que género grandes divisas
al país produciendo un cambio paulatino de una economía netamente agropecuaria
a un país que vive de la renta petrolera. Los cambios sociales fueron muchos, gran
parte de la población rural que vivía del trabajo del campo al dilucidar los
beneficios del petróleo fue trasladándose poco a poco hacia las grandes
ciudades siguiendo el mito del progreso y confort, lo que produjo el olvido y
la desatención de los campos venezolanos.
Al ser
nuestro país una nación industrializada con poca producción agropecuaria nos
alimentamos prácticamente de la importación de productos que provienen de otros
países, hemos descuidado el trabajo del campo manteniendo una economía
insostenible pues no se debe depender de un solo medio de producción. Ahora
bien, aunque en la actualidad se están desarrollando proyectos para transformar
esta visión rentista y fortalecer la producción agropecuaria a corto, mediano y
largo plazo; como país estamos sumados a la escasez y falta de alimentos que
existe en la población mundial.
La
sociedad actual prefiere una vida de comodidades donde todo llegue a sus casas,
esta persigue un modelo de desarrollo que desatendió el sector productivo rural
en miras de un mercado mundial y más globalizado lo que pone en riesgo la producción
de alimentos.
De
igual manera el alza de los precios del barril de petróleo ha fomentado la
búsqueda de nuevas alternativas como es el caso de los biocombustibles, que son
creados utilizando rubros como la caña de azúcar y el maíz en grandes escalas
lo que produce una mayor demanda de alimentos y su vez su eventual escasez.
En
síntesis, la falta de alimentos representa uno de los grandes problemas que
confronta la humanidad. En China se han replanteado regresar al campo y
promover políticas económicas que impulsen del desarrollo hacia dentro tratando
de evitar una crisis alimentaria.
El planeta tierra no solo se caracteriza por
ofrecernos recursos para nuestro aprovechamiento, también es nuestro hogar. Sin
embargo el ser humano en uso desproporcionado de dichos recursos es el principal
causante de los cambios sufridos en las condiciones naturales del ambiente.
Debido
a las transformaciones que ha sufrido el ambiente se encuentra el cambio
climático relacionado con el
calentamiento global, siendo el último el aumento de las temperaturas en el
planeta que pueden deberse a diversas actividades realizadas por el hombre como
emanaciones de gases de efecto invernadero, éstas han ocasionado sequías e
inundaciones a nivel mundial. Estos efectos incluyen no solo los cambios
registrados en el ambiente si no que tienen repercusiones económicas y
biológicas, como es el caso los cultivos
afectados por estas intensas sequías.
La
escasez de agua potable es otro de los puntos que constituye uno de los
principales desafíos del siglo XXI al que se están enfrentando las sociedades
del mundo. El consumo irracional de este vital liquido, así como su deficiente
distribución y la contaminación de las principales fuentes de agua contribuye
al aumento de este fenómeno.
Resulta
preocupante ver como los países de mundo no toman medidas radicales para evitar
la contaminación del agua, no se dan cuenta que es un problema que no solo
afecta el ecosistema si no que determina la supervivencia del hombre.
Es
frecuente observar grandes ciudades rodeadas por ríos contaminados, convivimos
con la contaminación y no hacemos nada, solo seguir contaminando. Estos
vertidos que pueden observarse en ríos y lagos de todo el mundo generan un
desequilibrio ecológico además de generación de malos olores y deterioro del
paisaje.
Caracas
es un vivo ejemplo de esto, tenemos el rio Guaire que recibe el aporte de innumerables
quebradas que son producto de la mala planificación. Lo que conlleva un
problema socio-ambiental que puede ocasionar inundaciones, deslaves,
deslizamientos colocando en vulnerabilidad a la población aledaña además de
significar un daño considerable al ambiente minimizando las fuentes de agua
potable.
Para
mitigar la contaminación de las aguas es necesario el saneamiento ambiental que
constituye uno de los principales motores de salud pública garantizando al
acceso de agua salubre y las instalaciones sanitarias adecuadas. Éste tiene
como propósito la promoción y el mejoramiento de la vida urbana y rural, y de
esta manera evitar la propagación de enfermedades.
Es
importante implementar una gestión integral de los recursos hídricos,
conociendo con amplitud el desarrollo complejo
del agua, de la tierra y recursos relacionados. De manera que no se
comprometan la sostenibilidad de los recursos del ambiente para garantizar el
bienestar de la sociedad.
El
manejo deficiente de la basura o desechos producidos por el hombre es la causa
de la contaminación de los suelos. Ésta posee un proceso que va desde la
recolección, transporte y culmina con la disposición final de los desechos,
esta última se ve convertida en focos permanentes de contaminación.
La
emisión de gases producida por la descomposición de la basura, entre los cuales
están el metano, óxido nitroso y el dióxido de carbono; contribuyen al efecto
invernadero que es una de las principales razones del cambio climático.
La
creación de basurales o vertederos pueden acabar con el hábitat de muchas
especies así como afectar acuíferos subterráneos o zonas aledañas debido a los
lixiviados que percolan por la capas del suelo.
Este es
un problema de gran preocupación mundial en donde se han visto ciudades
literalmente sumergidas en la basura, ejemplo de esto es Nápoles una ciudad
Italiana que no ha podido manejar sus residuos eficientemente.
El
problema radica en que seguimos usando sistemas de tratamientos de residuos que
no resuelven el problema de la basura. Son sistemas que alimentan el consumismo
y el derroche al que está acostumbrada la sociedad actual.
Es
necesario comenzar a implementar técnicas como el reciclaje y la reutilización,
aprovechando los recursos que podemos obtener de la basura. Tales recursos
pueden ser muy valiosos si le damos un uso, de esta manera se creara la
concienciación en todos los niveles y se evitara ver la basura como un problema
si no como un recurso del cual podemos obtener un beneficio.
El tema
de la contaminación es muy amplio, solo percibimos el daño que ocasionamos al
ambiente cuando nos vemos afectados de una u otra manera.
El
hombre ha acelerado el proceso de extinción de las especies, la caza y la pesca
excesiva, las especies invasivas, la
contaminación ambiental, la destrucción de los hábitats, la superpoblación de
la humanidad son unas de las principales causas de la pérdida de biodiversidad.
Lo que
implica que estamos poniendo en peligro la supervivencia de la vida en el
planeta, estamos deteriorando los ecosistemas ya que existe una modificación de
los ciclos o cadenas alimentarias.
No solo
estamos acabando con las especies también deforestamos la superficie forestal
de la tierra, acabando con bosques y a su vez degradando la tierra
convirtiéndola en tierra menos productiva.
En
Brasil se deforestan bosques de la Amazonia para el cultivo de soya, solo para
satisfacer necesidades económicas y sociales.
Son
innumerables los cambios o transformaciones que sufre el ambiente natural por
las actividades realizadas por el ser humano. Una vez que estos cambios se
hacen perceptibles para el hombre y comienzan a generar perjuicios en él es que
lo calificamos como un problema.
Es
decir desde una visión antropocéntrica definimos un problema ambiental cuando
este produce alguna afectación al ser humano. Es en ese momento que nacen los
indicadores que son herramientas que nos permiten conocer el límite permisible
para que no se produzcan cambios en las condiciones naturales del ambiente y
mantener la eficiencia en el uso de los recursos asegurando la calidad de los
mismos.
No
obstante, es preciso un cambio de mentalidad puesto que no tenemos que ver a la
naturaleza como un objeto al servicio del ser humano que recibe un valor en
función de las personas. Es decir le damos un valor a los recursos según su
utilidad y nos damos cuenta de que existe un problema ambiental solo cuando se
pone en peligro el aprovechamiento de un recurso natural.
Si nos
apoyamos en el biocentrismo, seriamos capaces de reconocer los valores
intrínsecos de la naturaleza que van más allá de la utilidad, beneficio o
potencial que podamos obtener de esta.
Es por
esta razón que se crean los indicadores para el desarrollo sostenible, que
miden el nivel del daño ambiental y de los recursos naturales permitiendo la
medición de la sustentabilidad del ecosistema.
De esta manera los indicadores proporcionan información para la toma de
decisiones en todos los niveles contribuyendo a una sostenibilidad entre los
sistemas que integran el ambiente y el desarrollo.
Es
fundamental equilibrar la relación entre el hombre y el ambiente de manera de
que se pueda minimizar la brecha que existe entre estos. La naturaleza posee un
valor objetivo, es por esto que es necesaria la implementación de nuevas
políticas y gestión ambiental.
Esto
significa una gestión que vaya direccionada al progreso de la humanidad y a su
vez este sea compatible con la protección de los recursos del planeta. La
gestión sostenible comprende el ámbito social, económico y ambiental.
La
problemática ambiental constituye una de las principales complejidades que confronta la humanidad. Es evidente que el
modelo de desarrollo actual no resuelve los problemas de pobreza, contaminación
y deterioro del ambiente.
Es
oportuno y necesario la implementación de políticas y medidas para la
protección y conservación del ambiente. La participación ciudadana y la
educación ambiental son básicas para el desarrollo sostenible.
Lograr la armonía entre el ser
humano y el ambiente puede resultar un gran desafío, sin embargo si nos
desprendemos de esa actitud egoísta y nos visualizamos como seres totalmente
dependientes del bienestar de la naturaleza quizás podamos convivir de una
forma respetuosa y amigable con ella.
Autora: Ing. Mailynz
Alcala
C.I. 18.227.556