Este artículo es muy
interesante para la discusión académica y profesional en relación a las
implicaciones ambientales versus el desarrollo sustentable de la minería
ARCO MINERO Y AMBIENTE
Los 111.843 kilómetros del decreto “Arco
Minero del Orinoco” para la explotación minera comprende cuatro zonas: Guanay,
La Paragua y El Caura, la cuenca del Caroní y Sierra de Imataca.
Con
el nombre de Arco Minero del Orinoco, fue denominado el decreto que permitirá
el desarrollo minero de una basta área al norte del Estado Bolívar, toca una
parte del Amazonas y otra del Delta Amacuro, para una extensión total de
111.843,70 kilómetros cuadrados en el que se otorgarán en concesiones a unas
150 empresas mineras de diversas partes del mundo. Esto constituye
aproximadamente 12% del territorio nacional.
Según
explica el ex senador Alexander Luzardo, quien fuera el autor de las disposiciones
ambientales de la actual Constitución Bolivariana, se trata de una amplia zona
de gran biodiversidad que abarca gran cantidad de bosques, selvas que están
protegidas por decretos de reserva forestal como el caso de Imataca, de 3
millones 800 mil hectáreas, La Paragua y El Caura con 5 millones 134 mil
hectáreas, monumentos naturales como el caso de Guanay decretados en 1991 y
cuencas que están protegidas igualmente por leyes ambientales y convenios
internacionales como la Cuenca del Caroní de 96 mil kilómetros cuadrados, que
provee de las reservas de agua dulce más importantes del país y generadora de
60% de la energía hidroeléctrica que alimenta la represa del Guri y el complejo
hidroeléctrico.
La
zona protectora del estado Bolívar decretada en el año 1975 abarca 7 millones
262 mil 358 hectáreas, es la zona protegida más extensa de Venezuela. Esto da
un promedio de 80% protegido del Estado Bolívar. Para el ambientalista Luzardo,
esa es la gran creación de planificación que legó el período democrático “y sin
eso no habría represa del Guri”, enfatiza Luzardo. El tema cobra relevancia
cuando el pasado lunes Corpoelec publicó en su portal web que el nivel de agua
de la represa había llegado a 244,89 metros sobre el nivel del mar (msnm),
colocando a la represa a 89 centímetros del inicio del colapso eléctrico que es
de 244 msnm.
De
allí que considere el especialista en derecho político ambiental, que ese
decreto, que abarca una extensión del territorio dos veces el tamaño del Estado
Zulia, constituya el sacrificio ecológico de una gran parte del territorio que
afectará a generaciones presentes y futuras. De allí que califique este decreto
como un “crimen ecológico” solo comparable al efectuado por la desaparecida
Unión Soviética en el Mar de Aral.
En
aquel caso emblemático para el mundo, se sacrificó el espacio marítimo en
función del desarrollo agrícola para la producción de algodón. Pero los efectos
posteriores resultaron más dañinos que el beneficio económico perdiéndose
gran parte del mar, volviendo sus aguas estériles y provocando la desaparición
de unas 150 especies que vivían en el mar y ríos afluentes, como consecuencia
de la contaminación.
Por
qué el decreto
El
Motor Minero forma parte de uno de los 14 motores que fueron establecidos en la
Agenda Económica Bolivariana que diseñó el presidente Nicolás Maduro para
reimpulsar la economía venezolana. El llamado “Arco Minero” según define el
decreto 2.248, es fundamental para impulsar la transición del “rentismo
petrolero”. El mismo busca promover la minería lícita y ordenada, en esa
región de Bolívar en donde se encuentran aproximadamente 200 millones de
toneladas de bauxita y 44 mil toneladas entre oro y diamante.
Según
expresó el gobernador de ese Estado, Francisco Rangel Gómez, durante la
presentación de la Agenda Económica Bolivariana, el Arco Minero del Orinoco
pudiera ubicar a Venezuela como la segunda reserva de oro más grande del mundo
y posicionará al Estado Bolívar como una alternativa económica no petrolera. En
el encuentro por la activación del Arco Minero Orinoco participaron más de 150
empresas, de 35 países, interesados en la inversión en suelo
venezolano.
Por
su parte, el presidente del Banco Central de Venezuela informó que en abril
estarán instaladas en el país varias empresas mixtas con capital canadiense,
estadounidense y alemán para iniciar la extracción de oro, cobre, plata y
coltán en el Arco Minero del Orinoco, como parte de los convenios suscritos por
el Estado venezolano para la explotación de minerales”.
El
funcionario ha asegurado que con la minería va a darse un impacto positivo en
el Producto Interno Bruto.
El
decreto ofrecerá facilidades a estas empresas, que en su artículo 21, expresa
que “el “Ejecutivo Nacional podrá otorgar exoneraciones totales o parciales del
impuesto sobre la renta y del IVA, aplicables a las actividades conexas a la
actividad minera, a los fines de fomentar el impulso y crecimiento de la Zona
de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero”.
Una
zona ya intervenida
Cuando
en 2010 Venezuela sufrió otra fuerte sequía, similar a la que se sufre en los
actuales momentos, producto del fenómeno de El Niño, fue consultada por
El Universal la investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Lelys
Bravo, quien forma parte del equipo de científicos que ha estudiado en
profundidad la biodiversidad en la cuenca del Caroní. Explicaba la
especialista, que la intervención a la que ha sido sometida la Gran Sabana ha
alterado el ciclo hidrológico de la cuenca. Aclaraba la investigadora que si
bien los efectos de El Niño han incidido en el clima y la frecuencia de las
precipitaciones en la región, los más graves efectos provienen de la tasa de
deforestación que sustituye bosque por sabana, la minería que sedimenta y
envenena los cursos de agua, la cuenca y el embalse y las quemas frecuentes de
la sabana. Explicó la investigadora que los estudios que ha realizado el equipo
que preside el investigador del IVIC Eugenio Sanhueza, han determinado que una
zona quemada en esa región, requiere de 3 a 4 años para ser recuperada.
Luego
de 5 años de la grave situación que vivió la cuenca del Caroní y la represa de
El Guri, persisten las mismas causas. Indica Luzardo que fue el Gobierno el que
llamó a la formación de cooperativas mineras que originó un aumento
significativo de la actividad minera artesanal y la ilegal en toda la cuenca
con una presencia estimada de 30 mil mineros, en su mayoría brasileños,
colombianos y guyaneses. Más tarde con la idea de revertir la oleada de mineros
que tomaban la zona tras las “bullas” de oro y diamante, la ministra del
Ambiente para ese momento, Jaqueline Farías, promovió un plan de reconversión
minera, que intentó atraer a los mineros hacia otras actividades económicas
sustentables, pero el plan fracasó.
Recuerda
Luzardo cómo la minería ilegal se ha extendido por toda la cuenca e incluso el
pasado año habitantes de la zona y ambientalistas denunciaron, cómo la minería
ilegal había llegado al Parque Nacional Canaima. Para Luzardo las concesiones
que se otorgarán en el llamado Arco Minero promoverá aún más la minería ilegal
tras las “bullas” mineras.
El
legado ambiental de Chávez
Cuando
el presidente Hugo Chávez asistió a la cumbre de Copenhague dedicada al
calentamiento global en 2009 señaló al capitalismo mundial como el responsable
de todos los males de la humanidad en materia ambiental. Su socialismo del
siglo XXI y los países aliados serían entonces la única salvación de la
humanidad.
“No
cambiemos el clima, cambiemos el sistema y comenzaremos a salvar el planeta. El
capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida,
amenaza con acabar con la especie humana”. Exponía el fallecido
presidente venezolano ante la cumbre.
En
su programa de Gobierno presentado en noviembre de 1998, un mes antes de
triunfar en las elecciones, Hugo Chávez ofrecía salvar la Sierra de Imataca,
proteger El Amazonas y Guayana, los lagos de Maracaibo y Valencia, los parques
nacionales, el Orinoco y sintetizaba la propuesta con la consigna: “Por el
derecho al agua pura y al aire limpio”. Entonces muchos grupos ecológicos del
país se adhirieron a la candidatura socialista.
Medidas
anteriores
A
pesar de la utilización de un lenguaje en el que abundan términos como
“endógeno”, “sustentable” o “ecosocialismo” la política de expansión y de
poblamiento de la cuenca del Caroní se profundizó durante el Gobierno de Chávez
y Maduro, sostiene Luzardo. Uno de esos ejemplos emblemáticos fue el
decreto de explotación minera en la reserva forestal de Imataca.
Recordemos
que ese decreto (1810) aprobado durante el Gobierno de Rafael Caldera generó
reacciones de grupos ambientalistas e indígenas en su contra. El proyecto para
la explotación minera en Imataca se ratificó a través del decreto 3110 aprobado
en septiembre de 2004 que sustituyó al de Caldera. El mismo consagró la minería
en todos los niveles: pequeña, mediana y gran minería, que permitió la
intervención de 40% de la reserva forestal de Imataca. Allí se abrió en
perspectiva la entrada de nuevas empresas ligadas con los nuevos aliados
internacionales.
Otro
caso fue la construcción del tendido eléctrico desde el Guri hasta Brasil
que atraviesa la reserva de Imataca y el Parque Nacional Canaima, inaugurado
por los presidentes de Brasil y Venezuela en agosto del año 2000. Ese año, ante
las luchas protagonizadas por las comunidades indígenas, Chávez señaló: “El
Gobierno debe garantizar la culminación del tendido eléctrico, a pesar de las
posiciones de algunos grupos indígenas radicales, anárquicos, que no son la
mayoría y que pueden estar siendo instigados por personas extrañas”.
El proyecto contemplaba
llevar electricidad desde el Guri hasta la ciudad brasileña de Manaos con 2,5
millones de habitantes, pero más tarde se optó por llevarla solo hasta
Boavista. Con 680 kilómetros de longitud, el tendido costó $400 millones y
surte a la ciudad brasileña con 230 kw pero que ha sido reducido en 70% debido
a la crisis del complejo hidroeléctrico.
Autor
del artículo: Francisco Olivares (Diario El Universal)
Artículo publicado por el diario EL
Universal, en fecha: 03 de abril de 2016 a las 06:00 AM; articulo completo en
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